Sobre el retorno a la ecología social

”Los seres humanos ganan en valor cuando entienden que los animales y las plantas sólo les son confíados. Una “conciencia” social que carece de conciencia ecológica inevitablemente se corromperá y desintegrará”.

Según el sistema ha ido llevando la crisis social hacia el caos, el medio ambiente ha empezado a enviar señales de socorro en forma de catástrofes que amenazan la vida. Ciudades cancerígenas, aire contaminado, la capa de ozono perforada, la rápida y acelerada extinción de especies animales y vegetales, la destrucción de los bosques, la contaminación del agua por los desechos, la acumulación de montañas de basura y el crecimiento demográfico antinatural han llevado al medio ambiente al caos y a la insurrección. Se trata de obtener el máximo beneficio, independientemente de cuántas ciudades, personas, fábricas, transportes, materiales sintéticos, aire y agua contaminados pueda absorber nuestro planeta. Este desarrollo negativo no es el destino. Es el resultado de un uso desequilibrado de la ciencia y la tecnología en manos del poder. Sería un error hacer responsable a la ciencia y la tecnología de este proceso. La ciencia y la tecnología en sí mismas no tienen la culpa. Funcionan de acuerdo a las fuerzas del sistema social. Así como pueden destruir la naturaleza, pueden curarla. El problema es exclusivamente social. Hay una gran contradicción entre el nivel de la ciencia y la tecnología y el nivel de vida de la abrumadora mayoría de la gente. Esta situación es el resultado de los intereses de una minoría que tiene control sobre la ciencia y la tecnología. Sin embargo, en una sociedad democrática y libre, la ciencia y la tecnología desempeñarán un papel ecológico.

La ecología en sí misma es también una ciencia. Examina la relación de la sociedad con su medio ambiente. Aunque todavía es una ciencia muy joven, desempeñará un papel primordial en la superación de la contradicción entre la sociedad y la naturaleza junto con todas las demás ciencias. La conciencia ambiental que ya se ha desarrollado en algunos lugares dará un salto revolucionario a través de la ecología entendida de esta manera. El vínculo entre la sociedad primitiva comunal y la naturaleza es como el vínculo entre el niño y la madre. La Naturaleza se entiende como algo vivo. La regla de oro de la religión de aquella época era no actuar contra ella para no ser castigada por ella. La religión natural es la religión de la sociedad primitiva comunal. No hay contradicción con la Naturaleza, no hay anomalías en el surgimiento de la sociedad. La propia filosofía define al ser humano como “la naturaleza tomando conciencia de sí misma”. El ser humano es básicamente la parte más desarrollada de la naturaleza. Esto demuestra lo antinatural y anómalo que es este sistema social, que pone en contradicción con la Naturaleza a su parte más desarrollada. El hecho de que este sistema social haya convertido al ser humano, que estaba unido con entusiasmo a la Naturaleza en sus celebraciones, en una plaga para la propia Naturaleza, muestra que es, en sí mismo, la plaga. La naturaleza holística del hombre y el medio ambiente natural no sólo se refiere a cuestiones económicas y sociales. Es también una pasión filosófica indispensable para entender la Naturaleza. En realidad, la base de esto es la reciprocidad. La Naturaleza demuestra su gran curiosidad y poder creativo al convertirse en humana. El ser humano, por otro lado, se reconoce a sí mismo en la comprensión de la Naturaleza. Resulta llamativo que la palabra sumeria para la libertad, “Amargi”, signifique ‘retorno a la madre’, la Naturaleza. Entre el ser humano y la Naturaleza hay una relación casi amorosa. Es una gran historia de amor. Destruir este amor es, religiosamente hablando, un pecado mortal. Porque no puede dársele una interpretación más grande que ésta. En este contexto, se muestra, una vez más, el valioso significado que tiene nuestra interpretación de la hemorragia femenina. Al mismo tiempo, se muestra como un signo de la distancia con la Naturaleza y de su origen. La naturalidad de la mujer proviene de su cercanía a la Naturaleza. Éste es también el verdadero significado de su misteriosa atracción.

Ningún sistema social que no se encuentre en armonía con la Naturaleza puede reclamar racionalidad y moralidad para sí mismo. Por tanto, el sistema que esté más en desacuerdo con la Naturaleza también será superado en términos de racionalidad y moralidad. Como se puede constatar en esta breve exposición, hay una relación dialéctica entre el sistema social capitalista, con su actual estado caótico, y la catastrófica destrucción del medio ambiente. La contradicción fundamental con la Naturaleza sólo puede superarse apartándose del sistema. No puede resolverse únicamente por los movimientos de protección del medio ambiente. Por otra parte, una sociedad ecológica también requiere un cambio moral. La amoralidad del capitalismo sólo puede superarse con un enfoque ecológico. La conexión entre la moralidad y la conciencia exige una espiritualidad empática y compasiva. Esto, a su vez, sólo tiene sentido si se basa en la competencia ecológica. Ecología significa amistad con la Naturaleza, creencia en la religión natural. En este sentido, la ecología representa una unión renovada, consciente e iluminada en una sociedad natural y orgánica.

También son acuciantes los problemas prácticos de una forma de vida ecológica. Una de las tareas de los activistas es ampliar las muchas organizaciones existentes en todos los aspectos y convertirlas en una parte integral de la sociedad democrática. Esto también incluye la solidaridad con los movimientos feministas y liberales. Una de las actividades más importantes en la democratización es la promoción y organización de la conciencia ambiental. Así como antes había una pronunciada conciencia de clase o nacional, debemos crear una conciencia de la democracia y el medio ambiente a través de intensas campañas. Ya sea que se trate de los derechos de los animales, de la protección de los bosques o de la reforestación, estas acciones, si se llevan a cabo correctamente, son elementos indispensables del activismo social. Las personas que no tienen ningún sentimiento por lo biológico sólo pueden tener una conciencia social perturbada.

Aquellos que perciben la relación entre ambos pueden sentirse verdaderos y completos en todos sus sentidos. La Naturaleza, hasta ahora saqueada y expuesta, debe ser receptora, y lo será, de una gran lucha para restaurar su cubierta de flora y fauna. El bosque debe tener una oportunidad de nuevo. “Patriotismo de verdad significa reforestación y cultivo de árboles”. Ésta poder ser una consigna valiosa.

Quienes no aman y protegen a los animales tampoco podrán proteger y amar a los seres humanos. El hombre gana valor cuando comprende que los animales y las plantas sólo se le confían a él. Una “conciencia” social que carece de conciencia ecológica inevitablemente se corromperá y desintegrará, como se vio en el socialismo real. La conciencia ecológica es una conciencia ideológica fundamental. Se asemeja a un puente entre la filosofía y la moral. Una política que promete la salvación de la crisis actual sólo puede conducir a un sistema social real si es ecológico. Al igual que ocurre con la cuestión de la libertad de las mujeres, la mentalidad patriarcal y estatista del poder ha contribuido también a que los problemas ecológicos se hayan retrasado durante tanto tiempo y aún no se hayan resuelto adecuadamente. Si la ecología y el feminismo continúan desarrollándose, el sistema patriarcal y estatista se desequilibrará completamente. La verdadera lucha por la democracia y el socialismo sólo se convertirá en un asunto completo cuando asuma la causa de la libertad de la mujer y la salvación de la Naturaleza. Sólo una lucha tan completa por un nuevo sistema social puede llevar a una salida significativa del caos actual.


El texto es un extracto del texto de defensa de Abdullah Öcalan “Bir Halkı Savunmak” (“Más allá del Estado, el poder y la violencia”).