Discurso de Mahmut Şakar, abogado de Abdullah Öcalan, de la Associación para el Derecho internacional y la Democracia (MAF-DAD) en el panel «Perspectivas de Autodeterminación (nacional) y autonomía en el siglo XXI.» En su presentación elabora las propuestas hechas por Öcalan, centrándose en la solución de la nación democrática.
La lucha por la liberación del Kurdistán, con su carácter de colonia clásica, ha pasado en su proceso histórico por fases muy importantes. Los últimos cincuenta años de los casi 200 años de rebelión/resistencia han estado marcados por Abdullah Öcalan y el PKK, que él lidera. La lucha librada por el PKK, por otra parte, ha experimentado cambios en este período de cincuenta años y ha llegado hasta el día de hoy resistiendo a los cambios y acontecimientos globales.
Sin un breve resumen de la historia política del Kurdistán, sería difícil entender la línea actual de liberación y la postura actual del PKK. Al observar la historia política del Kurdistán en general, seguiremos la línea y la perspectiva de Abdullah Öcalan en sus defensas.
(I)- S.XVI-XX; Breve historia política del Kurdistán:
La organización social y política del Kurdistán fue el modelo Mirlik/beylik hasta el siglo XVI. Estas unidades administrativas, que consisten en una combinación o confederación de tribus, tienen una larga tradición. A través de una política de equilibrio basada en las relaciones y los conflictos entre las grandes potencias, pudieron mantener su estatus autónomo durante mucho tiempo
En este siglo, durante los conflictos en curso entre los imperios otomano y safávida (iraní), se pusieron del lado de los otomanos, y después de 1514, se concluyó un acuerdo/alianza entre el sultán otomano Selim y más de veinte emires kurdos. «La gran mayoría de los principados del Kurdistán acordaron con la dinastía otomana un acuerdo de reparto de poder equivalente a una alianza entre potencias iguales». A cambio de apoyar al ejército otomano en tiempos de guerra y aceptar la voluntad otomana, estos emires mantuvieron su estructura administrativa autónoma e incluso tenían jurisdicción sobre el poder judicial. «Hasta principios del siglo XIX, el estatus de los kurdos como pueblo no iba a la zaga del de los turcos o de los turcomanos y los árabes, sino que era aún mayor». (Öcalan, vol. 5) Las fuentes otomanas se refieren a esta estructura autónoma como el Gobierno del Kurdistán. Este acuerdo duró casi 3 siglos.
La verdadera ruptura, colapso o diferenciación de estatus en la historia política del Kurdistán se desarrolla en el siglo XIX. “Sintiendo la necesidad de modernizarse, el Imperio Otomano se embarcó en movimientos reformistas, especialmente con el sultán Mahmut II (1839). La reforma tenía que ver con la reorganización del Estado. La reorganización de la burocracia central, el sistema fiscal y militar estuvieron a la vanguardia del movimiento hacia un Estado-nación. El sistema tradicional kurdo de beylik no pudo sostenerse frente a las reformas. La aceptación de los sistemas fiscales y militares significó el fin de la existencia de los principados kurdos”. (Öcalan, ibíd.) Esto llevó a la primera ola de rebelión liderada por los Emires.
A. La primera revuelta beylik centrada en Sulaymaniyah (1806-Dinastía Babanzade) marca el comienzo de este proceso.
B. La mayor rebelión de este proceso fue liderada por el Emir Bedirxan, el Bey Bohtan de Cizre, entre junio de 1841 y julio de 1847. El apoyo de Gran Bretaña y Rusia, las potencias mundiales de la época, al Imperio Otomano fue decisivo en la derrota de la rebelión. Después de esta rebelión, que fue uno de los primeros movimientos nacionales, el sistema Mirlik fue liquidado. Este proceso se conoce como la «conquista del Kurdistán» en muchas obras otomanas.
C. En lugar de la estructura autónoma del Kurdistán disuelta políticamente, entre 1847 y 1867, la provincia del Kurdistán se estableció como una estructura administrativa bajo el Imperio Otomano, con Diyarbakır como su centro. La declaración oficial otomana afirma que esta provincia se estableció como resultado de la exitosa reconquista del Kurdistán. El gobernador de Mosul, Esat Pasha, es nombrado el primer administrador. En 1864, cuando se abolió todo el sistema provincial otomano, también se abolió la provincia del Kurdistán.
A pesar de la disolución del sistema Mirlik/Beylik en Kurdistán, el Imperio Otomano no pudo establecer un nuevo orden en Kurdistán. En este proceso, también necesitaba de un nuevo intermediario. «El colapso del sistema Beylik puso a la jerarquía religiosa en primer plano. Las derrotas de Bedirxan Bey y Ezdanşer condujeron a la institución de los Sheikh (jeques), que se hicieron cada vez más fuertes en la segunda mitad del siglo XIX, consiguiendo la iniciativa y asumiendo un papel de liderazgo en la sociedad. Especialmente los Sheikhs Naqshi y Qadiri ganaron una gran relevancia.” (Öcalan, ibid.)
El Movimiento del Sheikh Ubeydullah, el primer ejemplo de este nuevo modelo de liderazgo, surgió en un período de relativo debilitamiento del Imperio Otomano en relación con la Guerra Ruso-Otomana (1877-1878). «Era influyente en gran parte del Kurdistán otomano e iraní y tomó una forma militar… no recibió el apoyo de las potencias hegemónicas de la época y se volvió ineficaz». (Öcalan ibíd.)
La consecuencia más importante del colapso del sistema autónomo del Kurdistán fue que el Kurdistán experimentó una fragmentación e hizo pasos hacia atrás, a los niveles de la tribu y la familia. Esto no solo fortaleció los conflictos internos, sino que también le llevó bajo la influencia de las estructuras hegemónicas de la época. La política kurda durante el período del sultán otomano Abdülhamid II profundizó aún más este hecho. Inspirado por los regimientos cosacos rusos que les infligieron grandes bajas durante la guerra ruso-otomana, desarrolló los regimientos Hamidiye (1891), formados por tribus kurdas. Aunque estos regimientos fueron utilizados contra los pueblos armenio y asirio, al desactivar el posible movimiento nacional kurdo antes de que naciera, su principal impacto destructivo (junto con las Escuelas Tribales (1892)) fue sobre los kurdos.
El Comité de Unión y Progreso, la fuerza fundadora del nacionalismo turco (incluso del fascismo blanco), profundizó la política kurda que encontró expresión en los Regimientos Hamidiye y la reforzó con instituciones polifacéticas. En este proceso, el movimiento kurdo se dividió en dos. Hubo una escisión entre los partidarios de actuar junto con la burguesía turca sobre la base de tener los mismos derechos, y los partidarios de la separación.
«La revuelta de Koçgiri (1919-1920) de la tendencia separatista fue importante. El movimiento de rebelión, que la tardíamente formada Sociedad Azadî (1924) quería liderar como reacción, recibió un veredicto prematuro con la provocación de Diyarbakır Dicle el 12 de febrero de 1925.” (Öcalan ibíd.) Con la represión de la rebelión de Ağrı de 1926-30 y la rebelión de Dersim de 1937-38, el proceso terminó con la dominación del colonialismo turco.
1940-70 es un período de silencio en términos de la historia política del Kurdistán. Los conceptos de kurdo y Kurdistán desaparecieron. Un discurso político dominado por discursos puramente económicos como el «problema oriental», la «pobreza», el «atraso» se hizo dominante. Esta fue la imagen que encontró el PKK cuando apareció en el escenario de la historia.
(II)-LUCHA DEL PKK-1972-99
El punto principal que caracteriza al movimiento PKK es que cambió profundamente la mentalidad sobre cómo se entiende la cuestión del Kurdistán y cómo se puede resolver. No es una continuación de la ola de rebeliones que le precedió, sino un nuevo comienzo, la construcción de una nueva tradición política.
A. Öcalan expresó la nueva comprensión años más tarde de la siguiente manera: «La primera y última vez fue cuando el concepto de ‘Kurdistán es una colonia’ causó un temblor en mi cerebro y corazón y luego me desmayé. Me pareció muy extraño, pero desarrollos posteriores mostrarían por qué un concepto tiene tanto impacto. Pero todavía me resulta difícil explicar el impacto inicial. Decidir sobre una resurrección conceptual en Ankara en un momento en que se emitía la sentencia de muerte para el Kurdistán y la kurdicidad era tratada y se experimentaba en su forma más oscura requiere un análisis serio que podría ser el tema de una novela». (Öcalan ibíd.)
B. El proceso de representación y rebelión basado en los Emires y la autoridad religiosa, que marcó los últimos 400 años de rebelión del Kurdistán, llevó al Kurdistán a un punto de fragmentación y casi a la extinción. En la década de 1970, una nueva clase se hizo cargo de la lucha. Los jóvenes que fundaron el PKK provenían de las clases pobres, trabajadoras, campesinas y oprimidas del Kurdistán.
C. La lucha del socialismo real, los movimientos juveniles y las luchas de liberación nacional de la década de 1970 fueron los antecedentes en los que se inspiró el PKK. Öcalan dice: «Si no fuera por el socialismo real, tal vez no se habría formado una organización como el PKK». Sin embargo, añade que aunque el PKK está influenciado por el socialismo real, «la realidad del PKK no puede explicarse en su totalidad por el socialismo real».
El hecho de que la realidad del PKK no pudiera explicarse plenamente por el socialismo real se debió a la coexistencia mixta y ecléctica de la ideología del Estado-nación y la ideología socialista democrática. «Nos faltaba la capacidad para luchar contra el revisionismo del socialismo real. Sólo podíamos luchar con éxito contra las ideologías nacionalistas primitivas y social chovinistas».
Öcalan también describe el principal problema en la formación del PKK en su «ambigüedad sobre la ideología del Estado-nación«. «Las tesis de J. Stalin sobre la cuestión nacional fueron influyentes en este sentido. Stalin trató básicamente la cuestión nacional como un problema de construcción del Estado. Este enfoque influyó en todo el sistema socialista y a los movimientos de liberación nacional». «El hecho de que la mayoría de los movimientos de liberación nacional que alcanzaron su punto máximo en ese período (1950-1970) terminaran en estados separados hizo que este modelo fuera casi único».
Abdullah Öcalan dirigiendo el entrenamiento del Ejército Revolucionario del Pueblo del Kurdistán (ARGK) en el valle de Bekaa – Líbano, 1984.
Aquí, es imposible dar una explicación completa de lo que el PKK creó durante este período. Sin embargo, podemos afirmar que fue el creador de una gran vena democrática que penetró profundamente en la geografía del Kurdistán y convirtió a los oprimidos y a las mujeres, que habían sido expulsadas de la historia, en sujetos de su lucha. Öcalan, al describir al partido, dice: «Somos los creadores y representantes de la línea democrática en la historia y la política del Kurdistán».
A pesar de todos los cambios que generó, Öcalan fue objeto de un fuerte ataque por parte de diferentes potencias mundiales en 1998 y fue capturado como resultado de una conspiración internacional. Este proceso tuvo el efecto de acelerar el proceso de autorreflexión que se venía llevando a cabo desde 1995. En el dilema del cambiar o ser derrotados, el compromiso con el cambio abrió la puerta a grandes desarrollos.
Öcalan intenta analizar los hechos que los llevaron al borde de la conspiración, a pesar del ataque global. Con una autocrítica integral hacia el Estado, el poder, el fenómeno de la violencia y la comprensión del partido, hace un repaso del pasado y plantea los resultados con un nuevo paradigma, recreando virtualmente la línea de libertad del PKK y del pueblo kurdo a pesar de las condiciones de su aislamiento. Esto también allanaría el camino para que la lucha adquiera un carácter global.
El foco principal de su discusión es el proceso hegemónico de 500 años que describe como Modernidad Capitalista y la evaluación de los efectos de este proceso en nuestros pensamientos y acciones. Afirmando que uno de los tres pilares de la modernidad capitalista es el Estado-nación, intenta alcanzar un nuevo modelo de nación y solución.
Es importante subrayar que el cuerpo principal de este proceso de cambio no es la definición del problema, sino la reconsideración de la solución. En la década de 1970, Öcalan había definido el sistema turco como colonialista; Esta vez, incluso en cautiverio, define el sistema como fuerza colonialista y genocida, y este es el título de su última defensa. El fenómeno inmutable en el PKK y Öcalan es definir la dominación sobre el Kurdistán como colonialismo. En todos sus escritos a lo largo del tiempo, ha profundizado mucho más en el carácter del régimen colonial turco. EL DIAGNÓSTICO ERA CORRECTO, PERO LA SOLUCIÓN ERA PROBLEMÁTICA. Se necesitaba una nueva solución.
(III)-ÖCALAN y la Estrategia de la Nación Democrática
Esta solución está en el corazón de todo el paradigma de Öcalan. Con su enfoque de Nación Democrática, propone una solución contra la mentalidad del Estado-nación y su religión, el nacionalismo, y propone el Confederalismo Democrático como alternativa al modelo de Estado-nación. Este fue un fenómeno tan importante que Öcalan diría: «Uno de los resultados más importantes de la experiencia de la guerra popular revolucionaria dirigida por el PKK es que condujo a la realidad de la nación democrática».
Öcalan demuestra que establecer un Estado-nación no es la única forma para las naciones de ejercer su autodeterminación, y que el enfoque democrático confederal también puede ser una nueva solución para ejercer este derecho. «El KCK, que expresa la interpretación democrática no estatista del derecho de las naciones a la autodeterminación, en este caso en la cuestión kurda, debe ser considerado como una transformación radical en la solución de la cuestión nacional», dice. El KCK rechaza los enfoques orientados al Estado-nación en la solución de la cuestión nacional kurda y toma el modelo inspirado en el paradigma de la nación democrática, el derecho de los kurdos a ser una nación o la transformación de los kurdos en una sociedad nacional, como base para la realización a través de la autonomía democrática.
Una vez más, podemos resumir brevemente su crítica al Estado-nación de la siguiente manera: «Vincular la solución de los problemas nacionales y sociales al Estado-nación constituye el aspecto más tiránico de la modernidad. Esperar una solución de un instrumento que es en sí mismo la fuente de los problemas conduce a una avalancha de problemas y caos social (…) El Estado-nación es la organización de violencia más desarrollada a lo largo de la historia de la sociedad. Es el cerco de toda la sociedad por la violencia del poder; Es el medio para mantener atados por la fuerza a la sociedad y al medio ambiente que el capitalismo ha disuelto con la ley del máximo beneficio y el industrialismo… Para las sociedades, el modelo de Estado-nación es una trampa y una red de opresión y explotación».
La nación democrática, por otra parte, es «la sociedad común formada por individuos libres y comunidades por su propia voluntad. La fuerza unificadora en la nación democrática es el libre albedrío de los individuos y grupos de la sociedad que deciden pertenecer a la misma nación. La definición de una nación democrática, que no está limitada por fronteras políticas rígidas, una sola lengua, cultura, religión e interpretación de la historia, es una comunidad pluralista, libre e igualitaria de ciudadanos y comunidades que viven juntas en solidaridad”. Sólo con este tipo de modelo de nación se puede realizar una sociedad democrática.
Minuto de silencio por los mártires de la revolución durante la inauguración del espacio denominado «nueva cumbre mundial» – Rojava el 9 de abril de 2018
Cuando aplica este enfoque a los kurdos, hace hincapié en dos dimensiones. «La primera es la dimensión mental. Es la creación de un mundo mental común. Es compartir mentalmente el sueño y el proyecto de un mundo igualitario y libre basado en las diferencias sin descuidar su propia lengua, cultura, historia, economía y concentraciones poblacionales. La segunda dimensión es la reorganización de la existencia física. La dimensión del cuerpo se basa en la autonomía democrática. Podemos definir la autonomía democrática tanto en un sentido amplio como el equivalente de una nación democrática como en un sentido estricto como gobernabilidad democrática. Para los kurdos, la aceptación de la autonomía democrática está en la base de la reconciliación con los Estados-nación».
Con este trasfondo, podemos expresar las proposiciones básicas del Paradigma de Öcalan para la solución de los problemas nacionales y el ejercicio del Derecho a la Autodeterminación de la siguiente manera:
PRIMERA TESIS: El modelo de Nación Democrática es una estrategia de descolonización a través de la creación de un individuo y una sociedad libres.
I. Todos los principales pensadores y actores de la tradición de la lucha anticolonial abordan el colonialismo desde dos puntos de vista principales. Argumentan que el colonialismo es una relación bidimensional y que la forma que adoptan los colonizados durante su cautiverio es un factor tan importante en la continuación del sistema colonial como los colonizadores. Kwame Nkrumah, por ejemplo, afirma que «un pueblo que ha estado sometido a la dominación extranjera durante mucho tiempo puede acostumbrarse a la dependencia». Frantz Fanon dice «La descolonización es realmente la creación de un nuevo pueblo», también declara que «La ‘cosa’ colonizada se vuelve humana en el proceso de liberarse a sí misma». Aimé Cesaire escribe que «el colonialismo no sólo explota al sujeto colonizado, sino que también lo deshumaniza y cosifica». También Öcalan, después de afirmar que el Kurdistán es una colonia, hace la segunda frase estratégica de la siguiente manera: «El pueblo kurdo ha sido degradado». El colonialismo ha degradado al pueblo kurdo a un nivel que nunca debería consentir ni aceptar.
Desde este punto de vista, está claro que la ruptura con el colonialismo no puede ocurrir con las personas creadas por el colonizador. El proceso de lucha contra el colonialismo es también el proceso de creación de un nuevo ser humano. Sólo un individuo que se enfrenta a las huellas del colonialismo en sí mismo y crea una mente libre puede convertirse en el sujeto de la solución del problema nacional.
II. Dado que una sociedad no puede formarse a partir de individuos colonizados, que Fanon describe como «cosas», la reconstrucción de la sociedad, al igual que el individuo, se ha convertido en una parte central de la lucha anticolonial. En el caso del Kurdistán, está claro que una sociedad fragmentada y muerta, que ha sido fragmentada en ciudades, pueblos, barrios y familias, por no hablar de distinciones lingüísticas, religiosas, sectarias y sexuales, y que descarga su ira sobre sí misma, no puede ser liberada sin ganar todo su propio poder.
III. El modelo de Autonomía Democrática cumple la tarea de convertirse en una fuerza contra el colonialismo mediante la creación de una nueva persona y sociedad contra el individuo y la sociedad creada por el colonialismo en dos dimensiones:
1) Organizada en profundidad, a partir de la unidad más pequeña de la sociedad, a nivel de comuna, aldea y barrio. Este proceso organizativo funcionará también como un lugar de confrontación, encuentro, autorreparación, educación mutua y profundización del individuo con otros miembros. La nación democrática se creará paso a paso, círculo a círculo, comenzando desde abajo.
2) El modelo democrático autónomo también desarrolla un modelo de democracia directa al superar todos los obstáculos y limitaciones de la democracia liberal y su carácter representativo. Se basa en el flujo de decisiones y la autoridad de abajo hacia arriba. Establece el derecho de los individuos a tener voz en su propia vida y en todas las decisiones sociales, las cuales el colonialismo ha dejado como involuntarias y pasivas.
Dependiendo de estos dos hechos, en contraste con la línea de lucha centrada solo en el Estado-nación, la superación del sexismo, la creación de una nueva forma de relaciones sociales centradas en la libertad de las mujeres, la creación cultural y práctica de una relación social y económica en armonía con la naturaleza también pasarán a formar parte del modelo de solución basado en la vida de la autonomía democrática. La lucha de las mujeres libres está ya en la base tanto de la sociedad democrática autónoma como de la nación. Está claro que no hay mayor poder que una sociedad organizada y que ha establecido relaciones democráticas en su seno.
SEGUNDA TESIS: La solución de la nación democrática es una estrategia anticolonial capaz de transformar la relación colonial en democrática o de liquidarla.
Tiene la capacidad de reconstruir el vínculo con la nación dominante y transformarlo de acuerdo a múltiples alternativas. Esto también proporcionaría los medios para preservar el modelo social democrático y autónomo. A este respecto, podemos destacar tres enfoques:
a) Una de las formas que Öcalan ha presentado en su defensa y discusiones se basa en encontrar una solución a través del compromiso. Este enfoque, que Öcalan formuló como Democracia + Estado, se basa en la reconciliación con el Estado-nación dominante y tiene la capacidad de realizarse de acuerdo con la actitud del Estado dominante. «Expresa la autonomía democrática como la condición mínima para vivir bajo un techo político común con los Estados-nación étnicos dominantes. La condición básica para esta solución es que el Estado-nación soberano renuncie a toda política de negación y aniquilación, y la nación oprimida abandone la idea de establecer su propio Estado-nación”. A menos que ambas naciones renuncien a estas tendencias estatistas, es difícil realizar el proyecto de autonomía democrática.
b) Sin embargo, si el Estado-nación dominante no lo acepta, construye el sistema democrático autónomo con sus propios medios/fuerzas a pesar de ellos, sin negar por completo las bases para el compromiso. Uno de los fenómenos más importantes dentro de este modelo es la creación de un mecanismo de autodefensa. No será posible construir este modelo sin crear una fuerza de resistencia/defensa que proteja su propio modelo. El Modelo de Rojava se puede poner como ejemplo de esta situación. «Hasta que no se logre una posible reconciliación o independencia en la guerra, no dudarán en desarrollarse y realizarse como una nación democrática sobre la base de su autodefensa en todas sus dimensiones y con sus propias fuerzas».
c) La transformación democrática de la nación dominante es uno de los aspectos singulares y fundamentales de la estrategia de la Nación Democrática.
Estar en contacto con el tejido social y la estructura democrática de la nación dominante y luchar por la democratización de la nación dominante es uno de los principales pilares de esta estrategia. Ser parte de la revolución democrática de la nación dominante, darle fuerza significará, en primer lugar, transformar el carácter colonialista del Estado-nación dominante.
Es sabido que el colonialismo no es sólo una forma de relación basada en la fuerza militar, sino que también significa interrumpir, dispersar y transferir completamente el proceso de desarrollo interno y el flujo natural de la sociedad colonizada hacia la metrópolis. La metrópoli colonial explota todos los recursos económicos de la sociedad colonizada, haciéndolos parte de su propio sistema económico. Se asimila cultural y lingüísticamente, y crea sus propios agentes militares, administrativos y económicos dentro del tejido social colonizado.
También es posible superar las relaciones coloniales contribuyendo al cambio del centro metropolitano, del Estado y de la estructura administrativa a través de una lucha democrática, haciendo de esto parte de la propia estrategia. No solo se establecerá una nueva relación con la nación dominante fuera de una relación colonial, sino que también se creará un espacio democrático autónomo que pueda reparar los daños causados por la injerencia colonialista a lo largo del tiempo.
En este sentido, dentro del modelo KCK, la estrategia de solución siempre se ha expresado en una doble dimensión. Por ejemplo, «Turquía democrática, Kurdistán libre». La formación de asambleas y partidos para ambas partes de esta consigna se realizó como una necesidad del paradigma. El HDK-HDP (Partido Democrático de los Pueblos) ha mostrado el camino hacia la democratización de Turquía y se ha convertido en la principal fuerza de oposición. Con DTK (Congreso Democrático de la Sociedad) y DBP (Partido Paz y Democracia) se organizó y representó la geografía del Kurdistán.
Bandera de la alianza antifascista entre Marxistas, Maoístas y Apoci en Turquía (Movimiento Revolucionario Unido de los Pueblos – HBDH en sus siglas turcas)
De esta manera, es posible crear una relación democrática en lugar de las relaciones coloniales, superando así el colonialismo, que el PKK ha estado expresando desde sus inicios. Para ganar Kurdistán, es necesario ganar Turquía. Cuando digo esto, no niego que el principio de la lucha común y de la coexistencia entre los pueblos, creado por las identidades socialistas y la experiencia de lucha del PKK y de Öcalan, ya existe. Lo único que estoy afirmando es que esta experiencia y este carácter sólo pueden alcanzar tal paradigma y convertirlo en una parte indispensable de un nuevo enfoque del KKTH.
Hoy en día, en el caso del Kurdistán, las tres vías que he mencionado están en funcionamiento.
TERCERA TESIS: La solución de la nación democrática es la estrategia fundacional de un nuevo internacionalismo.
En el centro de toda la estrategia está la superación de la Modernidad Capitalista y la construcción de la Modernidad Democrática.
Cuando los Movimientos de Liberación Nacional de la década de 1960 tuvieron éxito, los líderes y los movimientos políticos de la época eran muy conscientes de que no podían preservar sus nuevos Estados-nación por sus propios medios. «Sintieron la necesidad de construir un mundo nuevo para trascender la jerarquía internacional. En este empeño, descrito como «construcción del mundo anticolonialista», propusieron varias estrategias.
«En primer lugar, a través del derecho a la autodeterminación, los nacionalistas anticolonialistas reforzaron las barreras legales contra la intervención extranjera y la invasión… Buscaban contener y limitar la dominación a través de instrumentos jurídicos. En segundo lugar, con el establecimiento de federaciones regionales en las Indias Occidentales y África, los nacionalistas anticolonialistas trataron de liberarse de las dependencias económicas inherentes a la economía mundial mediante la organización de instituciones regionales igualitarias y redistributivas. Finalmente, a través del Nuevo Orden Económico Internacional, los nacionalistas anticolonialistas desafiaron directamente la jerarquía económica de la esfera internacional. (A.Getachew)
Como barrera legal, las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (como la Declaración 1514 del 14 de diciembre de 1960, «Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos bajo administración colonial») o la creación de federaciones temporales (como la Unión de Estados Africanos, la Federación de las Indias Occidentales 1958-1962 o la Unión Ghana-Guinea 1958) pronto demostraron no ser una solución. En su apogeo, las luchas de liberación nacional trataron de protegerse dentro del sistema global creando una especie de internacionalismo del Estado-nación. Sin embargo, en nombre de la autopreservación, estos nuevos Estados-nación pronto comenzaron a establecer un gobierno autoritario sobre las sociedades que habían «liberado» o a usar la violencia contra otras diferencias dentro de sus propios Estados.
Estos movimientos anticoloniales aceptaron las fronteras coloniales que heredaron e insistieron en la integridad territorial. Esto condujo a muchos conflictos, como la crisis de la provincia de Congo-Catania de 1960 y la guerra de Biafra-Nigeria de 1967-70. El derecho de las naciones a la libre determinación se esfumó después de que esta gran dinámica histórica no pudo sostenerse. Este legado histórico nos ha demostrado que una solución basada en el Estado-nación no puede determinar el destino de los pueblos y salvarlos de integrarse en el sistema global.
El paradigma de la nación democrática también ha sido capaz de trazar el camino para construir un mundo nuevo y para que todas las naciones vivan libremente en este mundo. El paradigma también enfatiza que el Confederalismo Mundial puede ser puesto en agenda y puesto en práctica como un nuevo proyecto internacional. Creemos que tal proyecto nos empoderará para superar las relaciones coloniales y los procesos de opresión que cada uno de nosotros como nación experimentamos, y estrechará el campo de acción de los centros coloniales y la hegemonía global que los alimenta.
Este nuevo internacionalismo previsto por el Paradigma de Öcalan es también un factor que facilita la resolución de los problemas nacionales en el contexto del derecho a la autodeterminación.
Una de las críticas más importantes al marxismo de la primera época fue que no incluía cuestiones nacionales o adoptaba un enfoque táctico, caso por caso. La solución del socialismo real también quedó obsoleta con el socialismo. En este sentido, la solución de la nación democrática también puede considerarse como la construcción de una teoría socialista de la nación que fortalezca la teoría socialista.
En conclusión, decimos que solo con el paradigma de Öcalan es posible realizar una verdadera determinación del destino dentro de un marco de tres etapas y complementario: 1) Crear una organización democrática autónoma de su propia estructura social 2) Convertirse en la principal dinámica para la transformación democrática de las fuerzas coloniales-regionales 3) Reducir el espacio de la modernidad capitalista mediante la construcción de una fuerte unidad internacional y solidaridad con todas las fuerzas de la modernidad democrática. Si estas tres líneas de lucha se implementan simultánea y simultáneamente, el problema de la libertad de nuestros pueblos quedará resuelto.