Reseña Conferencia “El arte de la libertad” organizada por la Academia de la Modernidad Democrática

The Art of Freedom: Strategies for organising & collective resistance / Event-Film of the Conference

Más de 180 personas de 5 continentes, 30 países y diversas organizaciones, movimientos y partidos viajaron a Basilea del 17 al 19 de noviembre para la conferencia titulada «El arte de la libertad: estrategias de organización y resistencia colectiva», convocada por la Academia de la Modernidad Democrática. Ante la creciente crisis de la modernidad capitalista y sus diversas manifestaciones, los principales temas de discusión fueron las salidas y posibles soluciones. En particular, los delegados discutieron diversos aspectos de la resistencia al sistema capitalista e intercambiaron sus experiencias y estrategias para pensar juntos en el fortalecimiento de su práctica y lucha común.

La conferencia se centró en diversas cuestiones y retos a los que se enfrentan las fuerzas antisistema a escala internacional en el siglo XXI: La autodeterminación y la autonomía; la construcción del contrapoder y la trampa de la democracia liberal; la autonomía de los jóvenes; la liberación de la mujer; la ecología y la democracia radical; la cuestión de la organización; y la importancia del internacionalismo. Esta conferencia llega en el momento oportuno en su compromiso con lo necesario del internacionalismo. En sus intervenciones, los distintos ponentes hicieron hincapié en la necesidad de aprender de las prácticas y experiencias de resistencia de otros movimientos. Los acontecimientos políticos de los últimos meses, como las guerras de Palestina y del Kurdistán, demuestran claramente que las redes internacionales de movimientos sociales son necesarias para desafiar a la modernidad capitalista y al imperialismo. En este sentido, esta conferencia hizo hincapié en la importancia de desarrollar una nueva comprensión de la política que contrarreste la estructura patriarcal y de Estado-nación de la modernidad capitalista. Por ejemplo, el líder del pensamiento kurdo Abdullah Öcalan explica en sus escritos de defensa que las fuerzas antisistema no deben dejar sus tareas políticas a quienes destruyen la pluralidad de la política y abusan de la política para su poder: «Puesto que el poder intenta conquistar y colonizar cada unidad social y cada individuo, la política debe esforzarse por ganar y liberar cada unidad y cada individuo». En las diversas intervenciones de la conferencia quedó claro que en distintas partes del mundo ya existen enfoques de este tipo que impulsan la construcción de una democracia radical desde abajo.

Perspectivas de autodeterminación y autonomía (nacionales) en el siglo XXI

De hecho, el primer panel trató exactamente sobre las perspectivas de la autodeterminación y la autonomía nacionales en el siglo XXI. Mahmut Şakar, uno de los abogados de Abdullah Öcalan, abrió el debate con un discurso sobre la importancia de repensar la autodeterminación a través del paradigma de Öcalan. De hecho, explicó que la lucha por la liberación del Kurdistán comenzó desde una perspectiva decolonial clásica que buscaba la liberación nacional a través del poder del Estado antes de evolucionar hacia la línea moderna de libertad y autonomía fuera del Estado que representa la postura actual del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La importancia fundamental del PKK dentro del Movimiento por la Libertad del Kurdistán radica en que ha contribuido a transformar tanto la percepción de la cuestión kurda como sus posibles soluciones. Cuando Öcalan sostuvo en los años setenta que el Kurdistán era una colonia internacional, los jóvenes que procedían de las clases humildes, trabajadoras, campesinas y oprimidas del Kurdistán se unieron a él y al PKK. En esta época, la lucha socialista real, los movimientos juveniles y las luchas de liberación nacional fueron los contextos en los que se inspiró el PKK. Öcalan dice: «Si no fuera por el socialismo real, tal vez no se habría formado una organización del tipo del PKK». No obstante, añade que aunque el PKK estuvo influido por el socialismo real, «toda la realidad del PKK no puede explicarse por el socialismo real». Esto puede entenderse a través de la coexistencia mixta y ecléctica de la ideología del Estado-nación y la ideología socialista democrática dentro del partido. «Carecíamos de capacidad para luchar contra el revisionismo del socialismo real. Sólo podíamos luchar con éxito contra las ideologías nacionalistas y socialchovinistas primitivas». Öcalan describe el principal problema en la formación del PKK como que eran «ambiguos sobre la ideología del Estado-nación». El enfoque principal de su escrito es el proceso hegemónico de 500 años que describe como Modernidad Capitalista y el impacto de este proceso en nuestros pensamientos y acciones. Afirmando que uno de los tres pilares de la modernidad capitalista es el Estado-nación, intenta llegar a un nuevo modelo de nación y a una solución. Contra la mentalidad del Estado-nación y su religión del nacionalismo, Öcalan propone el paradigma del Confederalismo Democrático como alternativa al modelo del Estado-nación. Así pues, las proposiciones básicas del Paradigma de Öcalan para la solución de los problemas nacionales y el ejercicio del Derecho de Autodeterminación pueden expresarse de la siguiente manera: «El modelo de Nación Democrática es una estrategia para la descolonización mediante la creación de un individuo y una sociedad libres». El modelo de Autonomía Democrática cumple la tarea de convertirse en una fuerza contra el colonialismo mediante la creación de un pueblo y una sociedad nuevos frente al individuo y la sociedad creados por el colonialismo.

Esta perspectiva abrió así el diálogo a otras experiencias de liberación nacional. En primer lugar, la del pueblo del País Vasco, cuya historia fue contada por dos representantes de Askapena que hablaron de la lucha de liberación en Euskal Herria. El objetivo de la ponencia era comprender la nueva fase en la que se encuentra el País Vasco marcada por los acontecimientos políticos, económicos y sociales. Tras contextualizar la lucha de resistencia dentro del proceso de construcción del Estado-nación español y francés que se llevó a cabo a través de diferentes estrategias -una basada en la represión militar, la otra impuesta a través de prácticas asimilacionistas-, los ponentes se centraron en las diferentes estrategias desplegadas a lo largo de los siglos para defender su identidad lingüística y cultural y su autonomía económica y política. La resistencia a las invasiones española y francesa se plasmó, según las fases históricas, en diferentes tipos de luchas: rebeliones campesinas en defensa de la propiedad colectiva de las tierras comunales (matxinadak); la batalla de la sal en Bizkaia; el levantamiento de Matalaz en Zuberoa; levantamientos armados para reivindicar los derechos consuetudinarios y el autogobierno; desobediencia masiva a la obligación de alistarse en los ejércitos español o francés; resistencia armada al levantamiento fascista español y resistencia contra los nazis y los franquistas en Iparralde; y autoorganización popular para la recuperación de la lengua y la cultura vascas. Con el nacimiento de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) en los años sesenta, la liberación nacional se fusionó con la lucha por la liberación social, expresada como lucha por la independencia y el socialismo. Las luchas de las últimas décadas han pasado por diferentes fases, pero en la última década en concreto se ha producido un cambio drástico de estrategia que ha implicado el compromiso con la política institucional, lo que ha generado varias fisuras en el movimiento independentista y lo ha fracturado en muchas organizaciones diferentes que siguen tácticas distintas.

Este cuadro resonó con el que pintó la representante de Endavant, que contó la historia de la lucha independentista del pueblo Catalán. Dijo que el conflicto entre el pueblo Catalán y el Estado español, como la mayoría de los conflictos nacionales, es un fenómeno de nuestra contemporaneidad, situado en los últimos 300 años de modernidad en los que han surgido las identidades nacionales contemporáneas. Explicó las conexiones entre la larga resistencia contra la política de asimilación del Estado español durante el franquismo y la división postfranquista de Cataluña en tres comunidades autónomas que tienen prohibido constitucionalmente federarse entre sí. En Cataluña, la crisis económica de 2008 precipitó dos respuestas populares. Por un lado, el movimiento 15M que se opuso a la economía de austeridad tras la crisis y, por otro, el resurgimiento del deseo de independencia. Ambos surgieron debido a la frustración por la falta de posibilidades de transformar el régimen del 78 que había pretendido democratizar España. Los casos de corrupción, los rescates bancarios, las privatizaciones, la violación de derechos, el control social y el rechazo al nuevo estatuto de autonomía fueron el caldo de cultivo de estas frustraciones. Sin embargo, la represión estatal, la falta de organización popular, la falta de preparación para la represión, así como la voluntad de anular los elementos más radicales de los movimientos se combinaron para bloquear la posibilidad de un cambio político transformador. La reflexión sobre la estrategia sigue abierta, así como la propia idea de nacionalidad catalana. Las identidades nacionales no son más que una expresión de identificación colectiva producida por una sociedad en un momento dado. No existen siempre, ni tienen una existencia eterna, ni son un fenómeno natural. El nacionalismo español, en cambio, sí se ve a sí mismo de esta manera. Como nacionalismo de la nación opresora, ha pretendido naturalizarse e imponerse. En contraposición, el pueblo Catalán conceptualiza la diferencia como catalanidad: no tiene ni principio, ni fin, ni está escrita o codificada. Es un elemento subjetivo, abierto a quien quiera ser catalán.

Para concluir el primer panel, una delegada del colectivo Walaboomuu habló sobre el Panafricanismo Centrado en los Pueblos y la Lucha Oromo. Los Oromo son un pueblo agropastoralista, actualmente asentado en el Estado etíope, con grupos culturales y lingüísticos Oromo también asentados en el Estado de Kenia. Los Oromo son un pueblo kushita, perteneciente al grupo de lenguas afroasiáticas, que habla el afaan oromo. Históricamente, la sociedad Oromo se organizaba bajo el sistema Gadaa, un sistema de democracia social de la época que también formaba parte de la antigua confederación o reino kushita. Se dice que el sistema Gadaa tiene más de 3.500 años. La creencia espiritual tradicional de los Oromo es Waaqeefata, un sistema de creencias monoteísta que vincula la creencia en un creador con el mundo natural a través del principio de Safuu, el código moral y la filosofía Oromo. Bajo la Gadaa, los Oromo eran una nación confederal democrática que, aunque tenía una «cabeza» simbólica de la sociedad, conocida como Abba Muddaa, vivía en territorios distintos y gobernados democráticamente en toda Oromia. En esta época, los Oromo se identificaban según su clan y en relación con sus moieties. La identidad nacional Oromo y la práctica de identificar a los Oromos como una unidad nacional se desarrollaron como reacción a la colonización abisinia. La identidad nacional Oromo fue ganando popularidad a lo largo de las décadas de 1950, 1960 y 1970 a través de movimientos populares y se afianzó con la formación de la primera organización de vanguardia, el Frente de Liberación Oromo (OLF). Pero tras la represión, la criminalización y la guerra, la propuesta para resolver esta situación se convirtió en el Panafricanismo Centrado en el Pueblo, reviviendo la confederación democrática para construir el futuro de los Oromo. Hasta ahora, los Oromo han sido borrados del discurso panafricano tradicional, que se basa únicamente en que la identidad de los pueblos africanos está en sus respectivos Estados-nación. La insistencia de los Oromo en ser reconocidos como una nación democrática y no como una provincia de su colonizador, Etiopía, y su autocrítica de su anterior búsqueda reaccionaria de la autodeterminación a través de un nuevo Estado-nación podrían allanar el camino para una introducción revolucionaria del paradigma del confederalismo democrático en la región.

Entre el poder popular y la democracia liberal – Trampas y necesidades en la lucha por la liberación

Las distintas perspectivas sobre cómo desarrollar la autodeterminación de las naciones y los pueblos no sólo muestran enfoques diferentes en distintos rincones del mundo, sino que también revelan que las distintas luchas se enfrentan al mismo peligro de retroceder a una perspectiva estatista o reformista que no puede resolver los problemas sociales. Por ello, el segundo panel pretendía debatir los escollos y las necesidades en la lucha por la liberación, teniendo en cuenta las contradicciones entre la construcción del poder popular y la participación en la democracia liberal. La primera intervención corrió a cargo de Potere al Popolo, un partido político de base en Italia, que se centró en sus intervenciones en materia de ayuda mutua y poder popular. El representante comenzó con una visión general del contexto social y político en Italia, explicando la familia como la célula social en la que se basa todo el bienestar y describiendo la relación entre los movimientos sociales emergentes y las nuevas olas de populismo y fascismo en el ambiente político entre 2009-2011. A continuación, el representante explicó la apuesta de Potere al Popolo por el mutualismo como respuesta a la fragmentación social, con el objetivo de demostrar que es posible organizar las necesidades sociales y la vida de otra manera. Para «acumular el poder social y hacer que se convierta en poder político», PaP comenzó en 2015 a abrir un «espacio institucional». Las elecciones de 2018 no permitieron a Potere al Popolo entrar en el parlamento, lo que precipitó una autocrítica que partía del hecho de que es imposible imaginar un proceso revolucionario como otra cosa que una transferencia de legitimidad que dé prioridad al «socialismo desde abajo».

A continuación, una representante de la Red Nacional de Comunas expuso su perspectiva sobre la democracia liberal, el poder popular y las formas de las comunas de democracia directa tal como se practican en Venezuela. La perspectiva se explicó muy claramente: «nuestras comunas no se crean en un proceso en el que todos son amigos o se conocen y luego tienen la idea de crear algo, sino que personas de todas las políticas y procedencias se unen para crear algo porque es necesario. […] Hemos llegado a un punto en nuestro trabajo político en el que hemos decidido construir una sociedad comunitaria sin Estado». Esta perspectiva de comunalismo radical, autónomo y de abajo hacia arriba no está exenta de contradicciones con el Partido Comunista y, más en general, con el Estado. Sobre todo, en la actualidad que la izquierda está en el poder en el país, que, sin embargo, intenta imponer su dirección centralizada a estas experiencias plurales estableciendo, por ejemplo, un ministerio dedicado específicamente a las comunas. Por tanto, el camino sigue abierto a soluciones creativas, con el apoyo de redes internacionales y el intercambio de experiencias concretas.

El orador del Partido Comunista Sudanés intervino a continuación, partiendo de la historia de la colonización y la esclavitud del pueblo sudanés. A medida que los sudaneses luchaban contra el colonialismo británico, los medios del movimiento de liberación nacional variaban e incluían la resistencia armada, las revueltas tribales, las huelgas en las ciudades, en las instituciones militares y educativas, así como la actividad literaria, cultural y política que dio lugar a la creación del Club de Graduados y de partidos políticos. Sin embargo, el establecimiento del Estado-nación se basó en el modelo previsto por el colonizador. La Revolución de Octubre de 1964 consiguió derrocar al gobierno que Occidente, junto con algunos ejes regionales, había intentado parchear, y demostró el deseo sudanés de libertad, democracia y gobierno civil. La importancia de la Revolución de Octubre radica en que se convirtió en una batalla popular continua para restaurar el régimen civil democrático en Sudán, ya que fue la primera revolución popular de la región que derrocó al régimen militar. A pesar de la conspiración del imperialismo y la reacción árabe contra este objetivo, los sudaneses, con la revolución de diciembre de 2019, elevaron el techo de sus objetivos no sólo en lo que respecta a la democracia, sino también resumiendo el objetivo estratégico en el lema de libertad, paz y justicia. El gobierno civil es la elección del pueblo y la Carta Revolucionaria del Poder Popular afirma plenamente la necesidad de un cambio radical y revolucionario para alcanzar los objetivos de la revolución, afirmando la autoridad de las masas para lograr la justicia. Lo que distingue a la Carta del Poder Popular es que es el resultado de debates serios y prolongados a nivel popular con la participación de las masas. De hecho, el documento hace hincapié en la construcción popular como base necesaria para sentar las bases de un proceso político participativo desde las bases populares, ya que estas comunidades tienen un interés real en alcanzar los objetivos de la revolución.

La conferencia también recibió un mensaje de vídeo de Abahlali baseMjondolo, un movimiento socialista de Sudáfrica. Este movimiento fue creado en 2005 por habitantes de chabolas cansados de ser rechazados por las fuerzas del sistema actual. Los habitantes de diferentes chabolas de Durban se reunieron para debatir y buscar formas de luchar contra el sistema. En aquel momento, las acciones no estaban formalizadas: la única forma de que sus voces se oyeran era llevándolas a la calle mediante protestas o marchas. El poder popular para la AbM no consiste sólo en la cantidad de gente que sale a la calle, sino en la inclusión de todos aquellos que, independientemente de su edad, sexo, estatus o raza, quieren transformar progresivamente la sociedad y mejorar sus condiciones de vida. Para la AbM, el poder de la gente llega incluso antes de que se introduzca la política, y comienza con la identificación de las condiciones materiales de unos y otros para identificar resoluciones mutuamente beneficiosas. La AbM cuenta con un consejo de sección elegido por el pueblo, un consejo provincial elegido por el pueblo de las secciones y un consejo nacional elegido por las secciones. El movimiento cree en un sistema ascendente en el que las bases toman las decisiones y nada se discute sin ellas. De ahí que el movimiento haya sido construido por las bases. Para ellos, para construir el poder popular y la democracia debe reconocerse el derecho de todos los pueblos y grupos nacionales a la autodeterminación. Es necesario respetar las lenguas y tradiciones progresistas de todos los pueblos africanos y su derecho al desarrollo independiente de su cultura. Su estrategia proclama el orgullo de ser africano y el reconocimiento de los elementos progresistas del nacionalismo africano y del movimiento de la Unidad Panafricana. Por la revolución democrática en Sudáfrica, el pueblo del país lucha por la causa de la revolución africana en su conjunto, promoviendo el progresismo teniendo como pilar el nacionalismo y el internacionalismo. Esta charla fue la conclusión de la primera, e intensa, jornada de la conferencia.

Talleres

En la mañana del segundo día se celebraron cinco talleres sobre distintos temas, cuyo objetivo era profundizar en la comprensión de lo que se necesita para una renovación teórica y práctica de la oposición al sistema. Éstos fueron:

  1. Historia y resistencia: Las flores ocultas de la modernidad democrática (Iniciativa Resistencia e Historia)
  2. Liberación de la mujer y socialismo democrático desde la perspectiva de Jineolojî (Comité Jineolojî Europa)
  3. La lucha de clases transnacional en el siglo XXI (Plataforma de Huelga Social Transnacional)
  4. Confederalismo Democrático de la Juventud: La juventud en la lucha contra la modernidad capitalista (Juventud escribiendo la historia)
  5. Democracia local y gobernanza más que humana (Vikalp Sangam, India)

Los debates abarcaron desde problemas de epistemología en la investigación histórica y social del río democrático que fluye a través de la historia de la humanidad, hasta la necesidad de descolonizar nuestra visión de la verdad, de la historia y de superar la mentalidad patriarcal de dominación en todas partes. Se debatieron las prácticas cotidianas de las confederaciones de pueblos autónomos y las luchas de los trabajadores indígenas. Se trató el tema del origen de la acumulación de capital y se debatió la validez del análisis de la fase actual de las relaciones internacionales como constitutiva de una «Tercera Guerra Mundial». El taller organizado por la juventud aportó su perspectiva sobre la necesidad de una vanguardia juvenil para los movimientos revolucionarios que puedan superar las formas patriarcales y gerontocráticas de opresión y dominación. Además, hubo ocasión de debatir con un representante de Vikalp Sangam (India) una perspectiva ecológica de la relación entre la vida humana y la no humana, centrándose en cómo estas relaciones deben definirse de la misma manera democrática en que queremos organizar nuestras comunidades. Al hacerlo, podremos superar la alienación de la naturaleza que caracteriza la cosmovisión dominante y que constituye la base de nuestra alienación de la naturaleza en la modernidad capitalista.

Construir la autonomía democrática en el Kurdistán del Norte – Experiencia y reflexiones

Por la tarde del segundo día se celebró una mesa redonda sobre la construcción de la autonomía democrática en el Kurdistán septentrional. Los ponentes kurdos describieron detalladamente cómo se crearon comunas, consejos, academias y cooperativas en el norte del Kurdistán y cómo se estableció un sistema social alternativo. En la actualidad, el Estado ha destruido gran parte del proceso de creación de comunas, instituciones autónomas y cooperativas en el norte del Kurdistán. En particular, el Estado ha utilizado la herramienta del comisariado. Por un lado, los representantes elegidos por el HDP fueron depuestos y encarcelados y, por otro, fueron sustituidos por funcionarios del Estado.

La idea del socialismo: Hacia una renovación

El último día de la conferencia buscó esbozar perspectivas teóricas y organizativas para la resistencia y la revolución en el siglo XXI. Por ello, siguiendo el lema del Movimiento de Mujeres Libres de Kurdistán, «el siglo XXI será el siglo de la revolución de las mujeres», el primer panel se abrió con una charla de una compañera de la red Mujeres Tejiendo el Futuro.

Argumentaron que “superar la sociedad de clases, superar la sociedad basada en las guerras, superar el colonialismo y el imperialismo que son su fuente, superar el atraso económico-cultural y la explotación generalizada son los objetivos de la revolución de las mujeres”. La última década ha estado marcada por enormes movimientos de mujeres en todo el mundo, desde Argentina hasta India, desde Kurdistán hasta Sudán, la huelga transnacional a la resistencia de las mujeres en Afganistán y la difusión mundial de la filosofía «Jin, Jiyan Azadi». Todos estos ejemplos de lucha nos dan la figura del siglo que vivimos y las perspectivas que debemos seguir, fortaleciendo los vínculos internacionalistas entre las organizaciones de mujeres, luchando contra la mentalidad de dominación, contra las jerarquías pero también contra la fragmentación y el aislamiento. La perspectiva del confederalismo global de las mujeres es el horizonte en el que inscribir todas las diferentes formas de lucha y organización que pueden encontrar su unidad en un arco iris de diferencias. “Si hay deficiencias o errores, la practicidad misma se impone y trae sus respuestas. Lo que estamos haciendo aquí no es sólo plantear el problema en sus líneas más amplias, sino también esforzarnos por abordar las soluciones y herramientas fundamentales”, afirmó la compañera citando a Öcalan. Asumiendo esta perspectiva, la liberación de la mujer es uno de los pilares de la nueva comprensión del socialismo democrático del movimiento de liberación del Kurdistán.

La Academia de la Modernidad Democrática ha esbozado más específicamente cuál es la comprensión del socialismo por parte del movimiento. Después del colapso de la Unión Soviética, el líder de la lucha de liberación kurda Abdullah Öcalan declaró que: «insistir en el socialismo significa insistir en la humanidad». Una de las críticas más importantes al socialismo real es su incapacidad para definir adecuadamente la modernidad capitalista y desarrollar su propia modernidad como una alternativa a él. Öcalan declaró que el análisis del capitalismo que hacía el socialismo real era demasiado restringido y unilateral. Afirmó que el socialismo real analizaba la dimensión de la explotación del capitalismo sólo como la ley del máximo beneficio. Esto reveló una dimensión importante de la modernidad capitalista. La modernidad democrática, por otro lado, es la modernidad del socialismo democrático. El capitalismo y el socialismo siguen siendo definiciones abstractas y no pueden materializarse si no se consideran en el contexto de la modernidad. En otras palabras, el área en la que la modernidad democrática toma forma es en sus tres dimensiones: democracia radical, liberación de la mujer y ecología. Entonces, cuando hablamos de modernidad democrática, no usamos este término en lugar de socialismo democrático. La modernidad democrática y el socialismo democrático están entrelazados. El socialismo democrático se llena de vida a través de la modernidad democrática y se convierte en práctica a través de ella. La modernidad democrática permite la realización del socialismo democrático. En este marco, si vemos la revolución no como un acontecimiento espontáneo, sino como un cambio de mentalidad y de condiciones materiales, provocado por una fuerza consciente y organizada que actúa en todas las circunstancias, entonces todas las sociedades, todos los grupos oprimidos, especialmente las mujeres, los jóvenes y los trabajadores necesitan una organización revolucionaria.

La cuestión de la organización desde abajo y el internacionalismo

En el último panel se compartió “La cuestión de la organización desde abajo y el internacionalismo” basado en experiencias de India, Colombia, Filipinas y Kurdistán. El representante del Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP) explicó que la resistencia armada continúa, a pesar de 300 años de colonización y brutal represión de los movimientos revolucionarios. Sin embargo, un porcentaje considerable de aldeas cuenta actualmente con comités organizados, cuyo objetivo es construir alianzas entre trabajadores y campesinos. En palabras del representante: “Es una revolución democrática principalmente porque busca hacer realidad la lucha campesina por la tierra contra el feudalismo interno y, además, busca defender los derechos democráticos de las amplias masas populares contra el fascismo”. También enfatizó la dimensión internacional de la lucha por la libertad en Filipinas con las palabras: “Brindar apoyo a las luchas de otros pueblos contra el imperialismo es también cumplir con nuestro deber internacionalista (…). En medio de la crisis actual del imperialismo y de las guerras imperialistas de agresión, creo que es imperativo que se forje un entendimiento común entre los revolucionarios y las fuerzas antiimperialistas sobre quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos. Esto servirá de base para una acción unificada contra el imperialismo”.

Congreso de los Pueblos compartió que en Abya Yala existen 5,7 millones de indígenas, pertenecientes a 800 pueblos originarios, así como pueblos afrodescendientes. La política del Estado-nación homogeneiza las sociedades y lidera una lucha permanente contra esta sociedad pluriétnica y pluricultural. Por eso es importante abrazar y comprender las cosmogonías de las comunidades y sus formas de autoproducción, organización y protección. El poder popular se basa en la idea de que la clase trabajadora y los sectores de base deben organizarse y movilizarse para transformar la sociedad y construir un sistema más justo y equitativo. Sus prácticas apuntan a construir economías autoorganizadas (por ejemplo, cooperativas), soberanía digital, redes de comunicación alternativa (principalmente radio), redes artísticas y culturales y educación política (universidades populares). La estrategia del territorio de autogobierno campesino incluye la constitución de guardias desarmadas compuestas por delegados de las asociaciones locales. Entre otras cosas, la expositora habló sobre el concepto de «Poder popular», el cual definió con las siguientes palabras: “A finales del siglo pasado, algunos sectores de izquierda pasaron de la noción de toma del poder a la idea de construcción del poder popular. El poder popular en la izquierda latinoamericana es un concepto central que se refiere a la participación activa y directa del pueblo en la toma de decisiones políticas y sociales. Este concepto ha sido promovido principalmente por el marxismo, una tendencia ideológica que influye en varios movimientos revolucionarios en América Latina. Lejos de ser una ideología de marco cerrado, es más bien un concepto abierto para los movimientos que se refieren a su estrategia revolucionaria”. También se discutió la importancia del diálogo entre diferentes conceptos. Incluso si existen diferentes enfoques, se señaló que es necesario centrarse en los puntos en común para desarrollar una lucha internacional por la libertad: “El confederalismo democrático y el poder popular no comparten un análisis común del Estado, sino prácticas comunes. Ambos intentan abrir un espacio de autogobierno para que la sociedad recupere colectivamente su capacidad de responder a sus propias necesidades. Más allá de las diferencias, un diálogo de prácticas puede fortalecer la lucha global por la libertad”.

Los delegados de Sudáfrica e India presentaron el Tapiz Global de Alternativas. Esta no es una organización sino un proceso de tejido de movimientos descentralizados. Sus objetivos son crear espacios de colaboración, aprendizaje e intercambio, dar visibilidad a alternativas y ofrecer solidaridad. Está avalado por más de 75 redes, movimientos y organizaciones. “Necesitamos resistir al actual sistema capitalista, patriarcal y racista, así como (re)crear utopías reales y alternativas transformadoras”, comentó el representante del TGA. También se examinó con más detalle qué se entiende por «alternativa». Por un lado, las alternativas son aquellas que desafían las estructuras y relaciones de opresión e insostenibilidad actualmente dominantes (como el patriarcado, el capitalismo, el antropocentrismo, el racismo y el sistema de castas). Y, por otro lado, caminos hacia formas directas y radicales de democracia política y económica, autosuficiencia localizada, justicia y equidad social, diversidad cultural y de conocimientos, y resiliencia ecológica. Como base necesaria para el internacionalismo, se señaló la importancia de los valores y la ética de las alternativas transformadoras. El objetivo de este proceso debe ser sintetizar narrativas sobre alternativas radicales, complementándose pero también desafiándose constructivamente entre sí y creando un pensamiento pluriversal y un crecimiento orgánico con un profundo respeto por la diversidad de formas de conocer, ser y hacer. Los representantes de TGA explicaron en este contexto: “Hay grandes posibilidades y esperanzas en todo el mundo. La gente resiste y crea al mismo tiempo”.

Conclusión

En conclusión, durante la conferencia aprendimos, una vez más, que la lucha por la libertad es mundial y tiene muchas caras diferentes: en Kurdistán, se trata de la construcción de la autonomía democrática y de la nación democrática; en otras partes del mundo existen otros enfoques, como el concepto de «construcción nacional» en el País Vasco, «poder popular» en partes de América Latina u otros enfoques de la democracia radical a nivel mundial. Si nos damos cuenta de que la crisis tiene un carácter global, sistémico y estructural, la salida también requiere intervenciones globales, sistémicas y estructurales. La conferencia, “El Arte de la Libertad”, supuso un paso adelante en la construcción de relaciones y alianzas solidarias basadas en la libertad social, la igualdad y la democracia, superando limitaciones locales y temporales. Todos juntos esperamos cumplir las tareas políticas, intelectuales y morales que son necesarias para librar la lucha actual por la libertad. La conferencia ha creado un importante espacio colectivo para identificar desafíos comunes, encontrar respuestas, hacer preguntas y facilitar un intercambio intelectual sobre prácticas y conceptos entre diferentes movimientos. La tarea ahora es consolidar y ampliar este espacio. Durante estos tres días, las voces de las luchas sociales por la libertad se amplificaron y quedó claro que un mundo diferente no sólo es posible, sino que, dada la situación global, también es urgente y necesario. Como Academia de la Modernidad Democrática, esperamos publicar las contribuciones de la conferencia en una antología el próximo año.